un homenaje a la Virgen, sino también una valiosa ocasión para fortalecer la formación religiosa de los más pequeños.
El párroco José Ricardo Albelda, con su característico cariño y cercanía, instruyó a los niños de manera didáctica sobre la vida y las virtudes de la Santísima Virgen María, enseñándoles el significado de su devoción y su protección maternal. Durante la celebración, el párroco bendijo las tradicionales Medallas de la Virgen Milagrosa, las cuales fueron entregadas a los niños como un símbolo de fe y protección, gesto que fue recibido con gran entusiasmo por todos los presentes.
Los voluntarios de la parroquia y los catequistas encargados de la formación espiritual de los niños obsequiaron globos azules y blancos, que adornaron con alegría la posterior procesión, aportando un colorido toque de devoción y festividad.
La emotiva procesión recorrió la plaza Santa Mónica, con los niños —tanto los de catequesis como los feligreses del barrio— llevando sobre sus hombros, con gran fervor, el Anda que portaba la imagen de la Santísima Virgen María.
La celebración culminó con una merienda compartida entre los niños, quienes, tras una tarde llena de cantos de devoción y algarabía, disfrutaron de un momento de fraternidad y convivencia. Este acto no solo fortaleció la fe de los más pequeños, sino que también unió a la comunidad y familias, en una manifestación de amor y veneración hacia la Virgen Milagrosa.
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