viernes, 22 de septiembre de 2017

OCTUBRE, MES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS


OCTUBRE, MES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS


Como cada mes de Octubre; el Señor de los Milagros vuelve a recorrer las calles; ya no sólo por las de la capital de Perú; Lima, sino por todos los barrios, distritos y departamentos del Perú, además de otras ciudades en varios países; lugares a los que la vida ha enviado a los peruanos llevando consigo su fe y devoción al Cristo de Pachacamilla.

Su historia es sencilla, pero a la vez compleja e inexplicable; como un milagro.

En el siglo XVII, un angoleño que por nombre se cree que se llamaba Pedro Dalcón o simplemente Benito; pintó la Imagen al temple en una tosca pared del galpón donde vivían. Se dice que la pintura no tiene valor artístico, más, aquel angoleño sin noción alguna de arte y pintura, plasmó la Imagen del Cristo Crucificado por bendición y guía divina, siendo hoy, Patrimonio Cultural Inmaterial del Perú, Patrimonio Cultural de la Nación, y Patrón de los peruanos residentes en el extranjero.

En 1655, Lima y Callao sufre un fuerte y estremecedor terremoto, derrumbando mansiones, templos y viviendas, con el trágico saldo de miles de víctimas. En el Barrio de Pachacamilla, toda pared cayó, menos la que pintó el angoleño. Ahí empezó el culto al Cristo Moreno, que las autoridades de aquel entonces quisieron borrar la Imagen sin conseguirlo, convirtiendo éste acto en un milagro.

En 1670; don Antonio de León, ilustre vecino de la Parroquia de San Sebastían, padecía de fuertes dolores de cabeza ocasionados por un cáncer en el cerebro. Una de sus esclavas le contó de los milagros del Cristo Moreno, acudió a rezar y sus dolores desaparecieron. Los médicos y curanderos no le daban solución. Agradecido éste vecino, proclamó tal bendición.

El 20 de Octubre de 1687, sobre las 04:45 de la madrugada, un violento terremoto arrasó la ciudad de Lima y el puerto del Callao. Hubo una réplica sobre las 06:30. Casas, mansiones y galpones se derrumbaron, quedando tan solo la pared intacta del Cristo Crucificado. La devoción fue creciendo aún más y don Sebastián de Antuñano ordenó la confección de una copia al óleo de la Imagen para que salga en Procesión por las calles de Lima, quedando para la historia como el Primer Mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros y quien da inicio a éstas Procesiones multitudinarias.


La Imagen original se encuentra ubicada en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas en Lima – Perú, en lo que fuera aquel galpón que cobijaba a los angoleños, hoy resplandece y bendice a todo visitante durante todo el año.

La Procesión del Señor de los Milagros, es considerada como la manifestación religiosa, católica y periódica más numerosa del mundo. No sólo los peruanos le tienen ferviente devoción, también hermanos de otras nacionalidades a quienes los peruanos hemos contagiado ese sentimiento de amor al Señor de los Milagros, advocación del Cristo Crucificado.

Cabe destacar que los protagonistas iniciales de ésta devoción al Cristo de Pachacamilla, son personajes extranjeros, que amaban al Perú y mucho más, al Cristo Moreno. Ellos fueron; Pedro Dalcón o Benito; Angoleño que pintó la imagen, Sebastián de Antuñano; español que dio inicio a la Primera Procesión y Sor Antonia Lucía del Espíritu Santo; religiosa ecuatoriana, que fundó el beaterio de las Nazarenas y en agradecimiento a su labor; Nuestra Señora de la Nube, advocación ecuatoriana, queda plasmada en el reverso de la imagen del Señor de los Milagros desde el 20 de octubre de 1747.


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