Hermanos, nos toca
seguir La Cuaresma en casa, en familia y en compañía del Señor. Es un
tiempo duro pero no desesperemos y oremos por todos los fallecidos por
esta pandemia del coronavirus, por sus familias para que el Señor les dé
fortaleza y consuelo, por los contagiados para que pronto puedan
superar la enfermedad.
Roguemos por nuestros
sanitarios que ponen en peligro su salud por cuidar a los enfermos, a
cada trabajador que no puede quedarse en su casa para brindar el
servicio necesario en estos momentos a la población, a los sacerdotes
que están brindado apoyo espiritual a todo necesitado.
HSMV
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