El Papa Francisco dio inicio a la Pasión del Señor en Viernes Santo, postrado en el suelo ante el Crucifijo de San Marcelo cubierto con un manto rojo como la sangre de Cristo.
Presidió la ceremonia en recogimiento absoluto junto a unos pocos sacerdotes que leyeron la Liturgia y la Pasión según San Juan.
El padre franciscano Raniero Cantalamessa, pronunció la Homilía. “La pandemia del Coronavirus nos ha despertado bruscamente del peligro mayor que siempre han corrido los individuos y la humanidad: el del delirio de omnipotencia”.
También enfatizó que 《¡Dios es aliado nuestro, no del virus!》
Al finalizar la celebración, se descubrió el Crucifijo Milagroso del manto rojo. El Papa Francisco besó los pies del Cristo Milagroso.
La Basílica vacía de fieles presentes pero con miles de almas del mundo acompañando al Santo Padre.
A las 21hrs. se realizó el Vía Crucis en la Plaza de San Pedro con apenas una docena de personas que portaban la Cruz y sencillas velas.
En cada Estación; se dió testimonios de vida de presos, condenados, jueces y trabajadores de instituciones Penitenciarias.
Desde el atrio, el Papa presidía el Vía Crucis y el Crucifijo de San Marcelo.©V.O.
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