sábado, 4 de abril de 2020

Domingo de Ramos - Mensaje del Padre José Ricardo Albelda

*Que el Amor y la Paz de Dios esté en todos nuestros hogares.*

Queridos feligreses:

Hoy, *Domingo de Ramos; Domingo de Pasión*, no sólo es el comienzo de la Semana Santa, es también la conmemoración de la entrada de Jesús en Jerusalén.

La Iglesia entra en la _Semana más grande de celebraciones comunitarias parroquiales_. 
Este año está siendo muy excepcional, y Dios quiera que sea único, a la vez que crucial para todos y cada uno de cuantos buscamos y nos esforzamos por seguir a Jesús.

Hemos tenido que entrar en nuestras casas, como todos los días, pero de una manera especial, como especial fue la entrada de Jesús en Jerusalén.

Alguien nos ha privado de la libertad con serias amenazas, inclusive, para muchos, hechas una cruda y dura realidad.

Jesús, se priva de la misma libertad para sentir y compartir estas mismas amenazas con la misma cruel e inhumana realidad del dolor y sufrimiento, sinrazón y muerte.

La libertad, a la que nos exhorta Dios, no se basa únicamente en lo material, ni en las leyes, ni en las ideologías,.... confinados, con una fe que nos hace libres.

_Jesús, nos invita a seguirle a Él, al Padre. Nos invita a entrar en nuestras casa con la libertad de la Fe, puesta en Él_, que nos hace transformar, frente a las privaciones y limitaciones, nuestras relaciones, familias, amistades o desconocidos que dejan de serlo por hacernos un favor (samaritanos).

_Cerrar los Templos por imperativo, no es cerrar la Parroquia, que somos todos los Bautizados, y mucho menos, cerrar el Templo del Espíritu Santo que somos todos y cada uno de nosotros._

Este año, la libertad de Dios, entra en nuestros hogares como jamás podíamos imaginar, con la palma del sufrimiento, en un mundo que le cuesta reconocer a su Creador y más a su Salvador.

_Vivir la fe, en comunión, desde el confinamiento, es sentirnos más cercanos los unos de los otros, aparentemente por la necesidad, pero, esencialmente, por la Fe en Dios, y Dios en todos._

Jesús, entra en Jerusalén, como entra en nuestro tiempo personal, _Tiempo de reflexión_, _Tiempo de revisión_, _Tiempo de convivencia_, _Tiempo de Oración_, _Tiempo de labor compartida_, _Tiempo de Escuchar_, _Tiempo de favorecer_, _Tiempo de alegrías_, _Tiempo de consolar_, _Tiempo de valorar_.... Tiempo de Salvación.

La _Entrada de Jesús en mi vida, es la forma que me impulsa a comprender a mi prójimo y no a juzgarlo_; a compartir las miserias desde el corazón que se fundamenta en el perdón, que se siente perdonado por Aquél que le comprende y le ama.

_Entrar Jesús en nuestra familia, es aprender, desde la paciencia y la constancia, a mirarnos, cada miembro que la componemos, como nos mira el mismo Dios_. Una mirada basada más en el silencio, que en el discurso. Una mirada materna y misericordiosa.

_Mirar como Jesús mira, no es lo que nuestros ojos ven, sino lo que debieran ver, si acogemos al hermano desde el alma, con toda comprensión._

Jesús, entra en Jerusalén, como en nuestros hogares, creando un espacio festivo y alegre, dando una respuesta clara al dolor y el sufrimiento desde la confianza en el Padre.

Quizá muchas cosas no las entendamos todavía, pero sí sabemos en quien depositar todo nuestro quehacer y ser, recordando a tantos hermanos mayores en la fe, que han sido y están siendo privados de todo derecho y libertad, con mucho sufrimiento, hasta entregar sus vidas como la de Jesucristo.

_Jesús, entra en Jerusalén, entra en nuestra Parroquia de Santa Mónica, entra en cada anciano, en cada enfermo, en cada pequeño, en cada hogar, para consolarnos y animarnos, en estos momentos de dolor, y llenarnos de Esperanza en la Resurrección_.

Gozar del Don de la Fe es, para todos cuantos creemos, una bendición de Dios en nuestros mayores que nos han transmitido éste legado en la Iglesia.

Os invito, como Párroco, a entrar en ésta Semana Santa, _abriendo nuestro corazón a la Palabra de Dios_. 
Leedla, comentadla en familia, compartidla, rezadla. 
Escribid cuanto os llame la atención y os interpele.... 
_Jesús tiene mucho que decirnos_, y viene a nuestros hogares, a nuestra Parroquia, a nuestro Barrio, para fortalecernos y ofrecernos la Salvación.

Feliz y familiar Semana Santa.


Josericardo
Párroco
 
 

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